Hoy en día, si queremos enmarcar láminas en Chamberí, podremos escoger entre una gran variedad de marcos, cada uno de ellos con sus respectivos estilos. ¿Pero te has parado a pensar de dónde han salido estos estilos?

Hasta llegar a los estilos más demandados para enmarcar láminas en Chamberí, hemos vivido toda una evolución estética que ha ido paralela a la evolución de las propias piezas artísticas.

Podemos situar los orígenes del enmarcado en la Edad Media, donde las pinturas formaban parte de retablos o estaban totalmente integradas en elementos arquitectónicos. Con la aparición de un mercado del arte en el Renacimiento y de la figura del mecenas, las obras pictóricas ganan peso como elemento individual y, por tanto, se empieza a desarrollar el enmarcado tal y como lo conoces hoy en día.

Estos marcos resultaban espectaculares, ya que imitaban el estilo arquitectónico del edificio que los albergaría. Solían estar compuestos por columnas, cornisas e incluso capiteles.

Con el desarrollo del estilo gótico se incorporaron también formas circulares en las partes superiores, otorgando al cuadro un estilo mucho más ostentoso.

A partir del s. XVI, especialmente en Italia, se empiezan a realizar grabados en las molduras con motivos naturales o geométricos.

Llegados al s. XIX, después de años de tendencia hacia estilos más sobrios, se empieza a dar un trato menos individual a cada marco en relación a su obra. Es decir, se inicia la producción en serie de marcos. Movimientos como el Impresionismo se decanta por marcos lo más neutrales posible.

Una idea que ha perdurado, con ciertos matices, hasta nuestros días. Un buen enmarcado hará resaltar la obra que contiene, pero sin que nos desvíe la atención de ella. En X Amor Al Arte disfrutamos encontrando el marco que más se adecue a tus necesidades y, sin duda, ¡estaremos atentos a los próximos cambios en este arte!